viernes, 30 de septiembre de 2011

Flexibilidad y ocupación

Explicar de manera sencilla sólo está al alcance de aquel que posee plena fe y dominio de lo que sostiene. Los autores de ELEMENTAL lo tienen muy claro. Sin duda un ejemplo magnífico de compromiso entre control y libertad espacial. Flexibilidad y ocupación.

El reto del proyecto pasaba por ubicar a 100 familias de un barrio chileno que ocuparon un solar durante 30 años de manera ilegítima. Todo ello con el inconveniente añadido de escasez de presupuesto; concretamente 7.500 $ por vivienda (ayuda del estado). Esta información la podéis ampliar en el enlace que adjunto al final de este párrafo.

http://www.elementalchile.cl/viviendas/quinta-monroy/quinta-monroy/#

Para hacer un acercamiento rápido al concepto proyectual os invito a visualizar el siguiente vídeo.


El concepto de flexibilidad es muy importante en vivienda social. No podemos caer en la ingenuidad de que una planta tipo pueda ser válida para la multitud de variantes familiares de hoy día. No obstante es cierto que suele ser difícil introducir la venta de viviendas sin finalizar con el objetivo de reducir costes y de hacer una ocupación según la necesidad del usuario. Esta orientación riñe con la sociedad actual de la inmediatez y de la imagen. De momento no estamos acostumbrados.

La flexibilidad del uso suele ir relacionada con un consumo extra de espacio. La libertad de la planta va relacionada con la supresión de las jerarquías entre las diferentes piezas que componen la vivienda. De este modo obtenemos piezas que pueden ubicar una habitación con un despacho, o ser una sala, o un dormitorio para 4 ocupantes... A veces la jerarquía está presente pero una pieza anexa a la casa es la encargada de amortiguar las necesidades del fragmento principal.
Son, pues, diversas las maneras que tenemos para amoldar el espacio al usuario inicial y a los que puedan venir después.

El siguiente vídeo tiene una doble intención. Se trata de una grabación muy buena que os recomiendo no os dejéis de mirar. Es el vídeo de introducción a la presentación de la entrega de premios en el que el ganador es el protagonista de este post. (Para ver el vídeo en mayor resolución podéis hacer doble clic y ver en pantalla completa; no os dejéis el audio).  


Como dice el vídeo todos necesitamos un lugar que podamos llamar hogar. Personalmente me conmueve por la exposición comparativa entre los desequilibrios sociales que hay en el mundo. El cobijo bajo un paraguas para el indigente, guetos, chabolas, casas apareadas en lujosos barrios... hogares todos ellos?

Antes dije que el vídeo lo enlazaba por dos motivos. Aparte del de ampliar información sobre el proyecto Elemental, el segundo motivo es para ayudarme a introducir el siguiente post que tratará sobre los mecanismos pasivos (no construcción de un edificio) que posee la arquitectura para otorgar carácter propio a un espacio. Me ampararé en un lugar que conozco el estudio del cual me fue de gran aportación.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Privacidad la justa

Recientemente he topado con este "artefacto" que se vende en Japón. La empresa que lo comercializa es una conocida marca de motocicletas e instrumentos musicales cuyo logotipo contiene 3 diapasones.

el artefacto
El objeto en cuestión se presenta como ingeniosa solución para "cohabitar". Lejos de conseguirlo, simboliza el grado extremo de individualismo. La cápsula lleva al individuo a aislarse por completo del mundo que le rodea. Ya no hablamos de apartarse del mundo exterior sino de la propia vida familiar/personal. A simple vista la cápsula puede resultar de aspecto chistoso, mas una observación profunda puede revelar la gravedad de su acometida. Basta con echarle un vistazo para descubrir la cantidad de detalles de máxima privacidad que alberga su diseño.


Os podéis "deleitar" con el seguido de imágenes ya que, lejos de querer disponer de uno, seguro que tenéis curiosidad por conocer su interior.

transparencia del artefacto
artefacto desmontado para visualizar su capacidad
Mi objetivo no es en absoluto hacer propaganda de ningún tipo, buena o mala, sino aproximarme a lo que sería el verdadero valor de la arquitectura a través de un ejemplo totalmente antagónico. La arquitectura persigue el fomento de las relaciones sociales. Debe crear los escenarios idóneos para que se den tales encuentros. Plazas, parques, patios, salas, equipamientos... La sociedad es tal entendida como grupo. No como individuos aislados. Cohabitar significa, en cierto modo, compartir el espacio. No fragmentarlo en porciones privadas.
Es curioso observar como, en la última década, con el desarrollo de las redes 2.0 (facebook, twitter, etc), el concepto de privacidad ha dado un vuelco importante y sus límites han sido superados para, de aquí unos años, volver a quedar obsoletos. Así pues: sigamos conectados! 

miércoles, 7 de septiembre de 2011

La cabaña de Heidegger (lectura de Verano)

Yo no elegí leer este libro.

Hay veces que un presentimiento nos impulsa a iniciar la lectura. Ese estímulo normalmente viene por unas expectativas que, a priori, cargamos sobre la portada del libro. Esta es la portada que me cautivó.

Portada del libro

La calidez de la imagen, el atractivo juego de luces y sombras, la cotidianidad de la escena... toda ella refiere "habitar". El subtítulo del libro; "un espacio para pensar" multiplicó por 4 mis expectativas. La portada emanaba una sabiduría que no podía dejar escapar. Establecido el análisis visual procedí a sopesar el libro, consultar su autor, leer su contra y examinar sus entrañas. 
El libro presentaba un planteamiento muy interesante. El enfoque que establece relaciona las conexiones que había entre el objeto arquitectónico (en este caso una cabaña) y el usuario (Heidegger; como habréis deducido!). Me pareció muy interesante ya que en la mayoría de ocasiones los arquitectos ejecutamos las decisiones en base a un supuesto usuario del cual no conocemos, ni conoceremos su identidad (de este grupo se excluyen evidentemente ciertos encargos privados). La toma de decisiones suelen ser influencia directa del entorno. El arquitecto hace las veces de usuario y esta aproximación no siempre es coincidente.
Este libro nos expone los hechos y circunstancias de la construcción y el uso y significado del espacio para el filósofo. Su autor, el arquitecto Adam Sharr, nos presenta la que es su tesis acerca de este aspecto concreto del filósofo.

Heidegger, en el comedor, pensativo
El autor hace una descripción de la cabaña tan exhaustiva como extenuante; a no ser que la intención sea visualizar la casa sin la ayuda de las excelentes imágenes que ofrece el interior del libro. La especificación de la casa abarca las 60 primeras páginas de un total de 120. Eso sí, con grandes ilustraciones de las que el interés se centra en la austeridad, la nobleza material y los objetos presentados que no en el posado fingido que desfigura la mayoría de escenas.
Quizá la parte más interesante sea la relación que describe Heidegger con el entorno y las descripciones que hicieron ilustres invitados a la cabaña a mantener conversaciones con el filósofo.

Martin Heidegger fue un filósofo Alemán (1889-1976) que buscó en las montañas de la Selva Negra (Todtnauberg) los condicionantes idóneos para desarrollar su pensamiento filosófico. La cabaña no se presenta con un significado primario de dar cobijo al usuario ni como un lugar donde protegerse del medio. Este papel le corresponde a la ciudad. En la cabaña los ocupantes son expuestos de una manera brutal frente a los medios. La arquitectura no constituye una barrera hermética al exterior. Para la mayoría esto no sería circunstancia placentera pero para el filosofo constituía el escenario idóneo. Heidegger narra que es la dureza del medio la que le permite llevar su trabajo con rigor. Los cambios estacionales, la severa temperatura, la austeridad de las laderas... No hay deleite estético del paisaje.

La cabaña en Todtnauberg
El asombro que despertaba sus largos períodos en la cabaña se entendían como aislamiento mas Heidegger lo define como soledad. "La soledad tiene el peculiar y original poder de no aislarnos sino de proyectar toda nuestra existencia hacia fuera, hacia la vasta proximidad de la presencia de todas las cosas."
Otro aspecto atractivo de la cabaña es la distribución interior. Es interesante observar los dispositivos que equipa la cabaña como la entrada con cortavientos, el lavabo y secadero semiexteriores, como la casa gira en torno a la chimenea, la ausencia total de pasillos, un dormitorio lleno de camas juntas con capacidad para 6... rompe bastantes esquemas de tipo normativo o de carácter urbano. Las comodidades quedan aparcadas. Heidegger lo lleva al extremo de hasta incluso mantener, una lámpara de petroleo, como única fuente de iluminación artificial (los últimos años se equipa de luz eléctrica).
El espacio es aprovechado al máximo rendimiento estableciendo una relación entre utilidad y disposición que se refleja en las fotografias.

En fin una lectura que en su primera fracción no convence pero que al final complace.