Recientemente he topado con este "artefacto" que se vende en Japón. La empresa que lo comercializa es una conocida marca de motocicletas e instrumentos musicales cuyo logotipo contiene 3 diapasones.
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el artefacto |
El objeto en cuestión se presenta como ingeniosa solución para "cohabitar". Lejos de conseguirlo, simboliza el grado extremo de individualismo. La cápsula lleva al individuo a aislarse por completo del mundo que le rodea. Ya no hablamos de apartarse del mundo exterior sino de la propia vida familiar/personal. A simple vista la cápsula puede resultar de aspecto chistoso, mas una observación profunda puede revelar la gravedad de su acometida. Basta con echarle un vistazo para descubrir la cantidad de detalles de máxima privacidad que alberga su diseño.
Os podéis "deleitar" con el seguido de imágenes ya que, lejos de querer disponer de uno, seguro que tenéis curiosidad por conocer su interior.
transparencia del artefacto |
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artefacto desmontado para visualizar su capacidad |
Mi objetivo no es en absoluto hacer propaganda de ningún tipo, buena o mala, sino aproximarme a lo que sería el verdadero valor de la arquitectura a través de un ejemplo totalmente antagónico. La arquitectura persigue el fomento de las relaciones sociales. Debe crear los escenarios idóneos para que se den tales encuentros. Plazas, parques, patios, salas, equipamientos... La sociedad es tal entendida como grupo. No como individuos aislados. Cohabitar significa, en cierto modo, compartir el espacio. No fragmentarlo en porciones privadas.
Es curioso observar como, en la última década, con el desarrollo de las redes 2.0 (facebook, twitter, etc), el concepto de privacidad ha dado un vuelco importante y sus límites han sido superados para, de aquí unos años, volver a quedar obsoletos. Así pues: sigamos conectados!
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